No me canso de probar versiones diferentes de una sopa de verduras. En mi casa no concebimos el invierno, sin la sopa de verduras, es un clásico. Pero es verdad, que también gusta variar y aunque sean variaciones de un mismo tema, resultan diferentes.
En este caso es una receta de Karlos Arguiñano, una receta sencilla, sabrosa, super reconfortante y con el añadido crujiente de las patatas fritas. Y como dice él en su página, si dejas que las patatas se ablanden, ¡!!nos recuerdan a los fideos!!!
En la zona que yo vivo, en Nerja, hay muy pocos meses de invierno, ¡!por suerte!! Y a mi me encanta que llegue el frío (relativo…. hoy de mínima hemos tenido 11ºC… cuando el resto del país se está helando), para poder disfrutar de este tipo de platos que calientan el cuerpo y reconfortan el alma. ¿no os pasa a vosotros?
Ingredientes :
1 Cebolleta
1 Zanahoria
1 Puerro
1 Calabacín
12 Espárragos verdes
2 dientes de Ajo
1 litro de Caldo de Pollo
1 Patata
Sal
Aceite de Oliva Virgen Extra
Preparación :
Preparamos con antelación el caldo de pollo según esta receta. Hacemos un caldo limpio, suave y bien colado. Reservamos.
Empezamos preparando todas las verduras. Las lavamos bien, las pelamos y las cortamos todas en juliana, excepto las puntas de los espárragos que las dejamos enteras. Las reservamos por separado, sin mezclarlas.
Cubrimos el fondo de una cazuela con aceite y sofreímos las verduras, a temperatura media. Empezamos por la cebolleta, pasados unos minutos añadimos el puerro y la zanahoria. Cuando empiecen a estar tiernas, incorporamos el calabacín y los espárragos. Pelamos los dientes de ajo, los trituramos y los repartimos por toda la cazuela.
Removemos todo bien, salamos al gusto y dejamos que se cocinen todas las verduras juntas durante unos minutos. Vertemos el caldo por encima de las verduras y dejamos que hierva todo junto durante media hora, hasta que todas las verduras están bien tiernas. Rectificamos de sal si fuera necesario.
Mientras se hace la sopa, pelamos la patata, la lavamos y la cortamos para hacer patatas paja. Freímos las patatas en abundante aceite caliente, de pocas en pocas, para que queden sueltas y las dejamos escurrir en un colador, para que queden crujientes.
Cuando vayamos a servir la sopa, decoramos cada plato con un puñado de patatas.
2 comentarios
Jo qué suerte! Esa mínima vuestra aquí es impensable, casi primavera jajaja. Qué toque más chulo con la patata :) Un beso
ResponderEliminarInteresantes detalles, las patatillas fritas, como no, y el ajo en crudo, lo probaré. Por aquí las mínimas han llegado en enero a -6, bastante frío, pero da igual, yo tolero el frío muy muy bien, muchísimo mejor que el calorazo. De hecho adoro los veranos, pero lo que más detesto son las olas de calor, en fin, será la edad.
ResponderEliminarUn saludo!