Este verano, un año más, he hecho acopio de frutas, para poder usarlas todo el año. Y un año más, me han traído una cantidad importante de moras, de un invernadero de aquí, de Nerja. Desgraciadamente, por esta zona no tenemos moras de zarza o por lo menos, no en gran cantidad, así que nos conformamos con las moras de morera. No es lo mismo, pero es lo que hay y la verdad, es qué, para usarlas en la cocina, ¡!están deliciosas!!
Durante todo el año, voy recopilando recetas por ingredientes, de esos que más me gustan, para que cuando llegue su momento, no tenga que volverme loca buscando recetas para aprovechar los productos de temporada: moras, arándanos rojos, espárragos de Navarra, piparras, pochas, manzanas, tomate, setas, …
Y cuando me trajeron la cosecha de moras de este verano, la primera receta que hice fue esta tarta de queso, tan fresquita y tan apetecible para los calores de esta zona. La receta es del blog “
The food charlatan” y ella los hace en forma de barritas, de menos espesor y un poco menos jugosa. La he adaptado a nuestros gustos y ha quedado estupenda. Y además nos ha sobrado mermelada de moras para las meriendas de esta época, que ya apetece ir haciendo reuniones tranquilas, tan clásicas del mes de septiembre….
Ingredientes :
250 grs de Moras
125 grs de Azúcar
Agua
1 paquete de Galletas Digestive
2 cucharadas de Azúcar
75 grs de Mantequilla
750 grs de Queso Philadelphia
230 grs de Azúcar
4 Huevos
1 cucharadita de Extracto de Vainilla
2 Limones
250 ml de Nata Líquida
100 grs de Moras
Preparación :
Precalentamos el horno a 170ºC. Para preparar el relleno de la tarta, deberemos tener todos los ingredientes a temperatura ambiente, por lo tanto, sacaremos del frigorífico con antelación el queso, la nata y los huevos.
Empezamos preparando el dulce de moras. Para ello ponemos a calentar en un cazo pequeño las moras y el azúcar. Añadimos dos o tres cucharadas de agua y esperamos a que empiece a hervir. Bajamos el fuego y dejamos que siga hirviendo durante 10 minutos, removiendo la mezcla de vez en cuando. Con la misma espátula que removemos, vamos aplastando las moras, para hacerlas puré.
Cuando las moras estén deshechas, esperamos a que la mezcla espese y la retiramos del fuego. Podemos dejarla tal cual, pero a mi me gusta más colarla, para quitarle las pepitas y quede más lisa y brillante. Ya tenemos la mermelada de moras preparada, la envasamos bien y la guardamos en el frigorífico. Este paso lo podemos hacer con antelación.
Para preparar la tarta de queso, empezamos preparando la base de galletas. Trituramos las galletas en la Thermomix o con la batidora (podemos hacerlo también metiendo las galletas troceadas en una bolsa de congelar y aplastándolas con ayuda de un vaso o un rodillo, hasta triturarlas). Les añadimos el azúcar y la mantequilla derretida en el microondas. Con ayuda de una espátula, mezclamos bien todos los ingredientes y si hiciera falta, nos ayudamos con las manos, para que la galleta quede bien impregnada con la mantequilla.
Usaremos un molde redondo, desmoldable y cubriremos el fondo del molde con papel de horno. Engrasamos bien el fondo y las paredes del molde, bien con un spray de repostería o con mantequilla. Vertemos la mezcla de galletas en el fondo y la aplanamos bien, con ayuda de un vaso, hasta que quede lisa y bien compacta. Guardamos el molde en el frigorífico.
Precalentamos el horno a 170ºC. Para preparar el relleno de la tarta, ponemos el queso y el azúcar en el recipiente de la amasadora y mezclamos bien los dos ingredientes, con la pala, hasta que el queso esté bien cremoso, unos 3/4 minutos. Incorporamos los huevos uno a uno, esperando a que la mezcla integre un huevo, para añadir el siguiente. Todo esto hay que hacerlo a baja velocidad, para no incorporar aire a la mezcla.
Rallamos la piel de medio limón y exprimimos los dos limones, añadimos ambas cosas y la vainilla a la mezcla e incorporamos poco a poco la nata, sin dejar de mezclar, hasta que todos los ingredientes estén bien incorporados.
Vertemos esta mezcla en el molde, sobre la base de galletas. La extendemos bien y alisamos la superficie. Vertemos 3 o 4 cucharadas de mermelada de moras sobre la mezcla y con ayuda de un cuchillo hacemos círculos por donde hayamos echado la mermelada, para repartirla, haciendo remolinos. La cuestión es repartir las moras, pero que no se mezclen con la crema d queso, que la tarta siga siendo blanca, con vetas moradas. Por eso, no debemos añadir demasiada mermelada.
Metemos en el horno un recipiente con agua y lo colocamos en la base del mismo. Justo por encima, colocamos la rejilla del horno y ponemos el molde de la tarta encima. Horneamos la tarta durante 60 minutos, hasta que esté bien cuajada. Tenemos que hornear las tartas de queso a baja temperatura, para que cuaje bien y no se agriete la superficie. Dependiendo de cada horno, bajaremos la temperatura, aumentando el tiempo de horneado. Esto va a depender de cada horno.
Pasado ese tiempo, apagamos el horno y abrimos la puerta un poco. Dejamos que la tarta se temple y la podamos guardar en el frigorífico durante 3 o 4 horas, para que se enfríe totalmente. Recomiendo hacerlo de un día para otro, para que el resultado sea mejor.
Servimos la tarta acompañada de moras, un poco más de mermelada (si os gusta) y decorada con rodajas de limón.