Ya os comenté que, aunque durante unos meses había tenido el blog abandonado, no había dejado de cocinar. Estos jureles los preparé durante el confinamiento. Durante ese tiempo mantuvimos un importante “tráfico de alimentos” con la familia de Raquel, la hija de nuestra amiga Mari Losada. Yo les preparaba la comida, para que ella pudiera teletrabajar y cuidar de sus hijos y ellos me lo compensaban con todos los productos que tenían a su alcance gracias a sus vecinos: un carnicero, un pescador, … Dos días a la semana hacíamos intercambio de productos. Por supuesto, todo esto respetando el confinamiento y las distancias.
Fue lo mejor de esos días. Pensando menús, planificando compras, organizando entregas… en dos meses de confinamiento, no repetimos plato. Un éxito. Ellos nos traían carne, pescado, fruta (las fresas de Nerja que nos mandaba Paco, el padre de Raquel a través de Ana, que trabaja en una farmacia de Nerja pero vive en Torre del Mar, ¡!nos dieron la vida!!). Antonio, el marido de Raquel hacía el reparto, ya que él si trabajó en la calle todo el confinamiento. Martes y viernes, hacíamos el intercambio. Además, él nos compraba productos de Lidl que le quedaba al lado de la oficina (los caramelos de frutas de Lidl imprescindibles) y yo añadía unas magdalenas para el desayuno de los niños.
Y así fue como un día apareció Antonio en nuestra casa con unos jureles extra frescos, recién pescados. En mi casa nunca habíamos comido este pescado, pero tenía ganas de probarlo. Cuando me puse a buscar recetas, encontré la receta de los “Jureles en escabeche” en el blog de Isabel, Frabisa. La adapté un poco a otros escabeches que yo suelo preparar y resultó un plato buenísimo.
Fui poniendo los lomos de los jureles, quitándoles la piel y las espinas, sobre una rebanada de pan, empapada un poco en el líquido de la cocción y con un poco de la verdura del escabeche y nos gustaron muchísimo. Como era una cantidad importante de pescado, también compartimos algunos con los vecinos de los edificios de enfrente, que conocimos en los aplausos de las 8…. resistiré… Ahora nos hemos cambiado de casa, pero estoy segura de que todos ellos nos recordaran por esos días tristes del confinamiento y por esos jureles en escabeche que compartimos un día.
Ingredientes :
1 kg de Jureles
2 Cebollas
2 diente de Ajo
1 Zanahoria
300 ml de Aceite de Oliva Virgen Extra
100 ml de Vinagre de Jerez
2 cucharaditas de Pimentón de la Vera
2 hojas de Laurel
Harina
Sal
Pimienta Negra
Aceite de Oliva Virgen Extra
Preparación :
Empezamos limpiando bien los jureles, quitándoles la cabeza y las tripas. Los dejamos secar sobre papel de cocina. Ponemos aceite abundante en una sartén, salamos el pescado y lo enharinamos, quitándole el exceso de harina a cada jurel, antes de meterlo en la sartén. Los freímos unos dos minutos, lo justo para que se doren un poquito y se cocinen lo suficiente, sin secarse. Reservamos los jureles fritos.
Cubrimos el fondo de una sartén limpia o de una cazuela con aceite. Pelamos los ajos, los fileteamos y los freímos hasta que empiecen a coger color. Pelamos las cebollas las cortamos en juliana fina y las añadimos a la cazuela. Salpimentamos y dejamos que se poche a fuego suave durante unos minutos. Pelamos la zanahoria, la cortamos en rodajas y dejamos que siga cocinándose todo junto unos 15 minutos. Incorporamos el resto del aceite y dejamos que se caliente bien.
Apartamos la cazuela del fuego y le añadimos el pimentón, el vinagre, las hojas de laurel y unos granos de pimienta negra. Volvemos a poner la cazuela al fuego, lo llevamos a ebullición y esperamos 5 minutos.
Ponemos los jureles que teníamos reservados en un recipiente hondo y les vertemos el contenido de la cazuela por encima. Dejamos que se enfríen a temperatura ambiente y los guardamos, bien tapados en el frigorífico, hasta que los vayamos a consumir. Nos pueden aguantar perfectamente 5 días.