Ingredientes :
200 grs de Bacalao
150 grs de Harina
125 ml de Agua
½ cucharadita de Bicarbonato (o levadura)
¼ Cebolla
1 diente de Ajo
Perejil
Cebolleta
1 Pimiento Antillano (o en su defecto otro
ingrediente picante)
½ Lima
Pimienta Negra
Sal
Aceite de Oliva Virgen Extra
Preparación :
El bacalao lo pondremos a desalar por lo menos
con 24 horas de antelación. Lo pondremos a remojo en agua y le cambiaremos esa
agua cada 8 horas. Una vez desalado, lo ponemos a calentar en un cazo con agua
y lo dejamos durante 5 minutos, sin que llegue a hervir. Lo colamos y lo
dejamos enfriar.
Quitamos la piel y las espinas del bacalao y lo
desmenuzamos con ayuda de las manos. Lo reservamos en un bol.
Pelamos la cebolla y el ajo y los cortamos en
trozos muy pequeños, lo más fino posible. Hacemos lo mismo con un puñado de
perejil y si encontramos unas cebolletas frescas, de las estrechas, troceamos
también un trozo pequeño. Mezclamos todas estas verduras con el bacalao
desmenuzado y las salpimentamos al gusto, teniendo cuidado con la sal que pueda
aportar el bacalao.
Cuando queramos preparar los buñuelos, justo
para comerlos, preparamos la masa. Ponemos en un bol la harina y la mitad del
agua. Mezclamos con cuidado y vamos añadiendo poco a poco el resto del agua.
Tenemos que conseguir una masa espesa, pero húmeda, como una crema espesa. Si
nos queda muy líquida, añadimos un poco más de harina. Si está muy espesa,
incorporamos el agua necesaria.
Vertemos la mezcla de bacalao sobre la pasta de
buñuelos y los mezclamos bien.
(Imagen obtenida de esta página:https://www.academiedugout.fr/ingredients/piment-antillais_727)
Si conseguimos un pimiento antillano, lo rompemos
y lo metemos en un vaso con agua. Añadiremos las cucharadas que queramos de este
agua a la masa, dependiendo de lo picante que lo queramos. Una, dos, tres
cucharadas…. Yo no he encontrado este tipo de pimiento, así que he añadido a la
masa un poco de cayena molida. Para mí, suficiente.
Ponemos ½ cucharadita de bicarbonato (o de
levadura Royal) en un bol y le añadimos el zumo de ½ lima. Empezará a burbujear
y lo añadimos con cuidado a la masa de los buñuelos.
Ponemos a calentar en una sartén una cantidad
suficiente de aceite. Cuando esté bien caliente, vamos echando en él masa de buñuelos,
ayudándonos con una cucharilla. Dejamos que se doren por todos lados, teniendo
cuidado de que el aceite esté bien caliente para que se inflen, pero bajando un
poco el calor después, para que se doren por fuera y no se quemen, pero que
también se hagan bien por dentro, que no se queden crudos. Vamos sacando los
buñuelos a un papel absorbente.
Servimos los buñuelos calientes, como aperitivo
o acompañados de una buena ensalada, si queremos que sea un plato principal.
Estos son “los verdaderos accras de morue”,
según asegura la autora del blog “Ma cuisine creole”. Y yo creo que es verdad. Tuve la suerte de
probar estos buñuelos en la isla de La Martinica, provincia francesa de las
Antillas, en el Caribe.
Hace ya casi 20 años, trabajé unos meses en
Tenerife y cuando me volví de allí, al poco tiempo, unos compañeros de trabajo
me llamaron y me invitaron a ir con ellos a La Martinica. No lo dudé un minuto,
era noviembre de 1.997…. cuánto tiempo ha pasado!!!!
La Martinica es un departamento francés de
ultramar, con todas las ventajas que eso supone de instalaciones, seguridad,
etc…. pero con todas las características de una isla del caribe y con todos los
inconvenientes y peculiaridades que eso conlleva.
Es una isla preciosa, que mantiene todas las
costumbres de la tradición criolla, super bien cuidada, con una costa con
playas vírgenes protegidas impresionantes. Una isla volcánica, con su parte de
selva tropical y playas de arena volcánica…. y las playas de arena blanca
paradisíacas….
Pero como isla alejada de la metrópoli y como
isla caribeña, tiene pocos recursos alimenticios naturales….. El cultivo de
verduras y frutas muy limitado pero delicioso, la carne muy limitada, con algo
de cerdo y poco más y los recursos del mar, muy exóticos, pero para mí,
difíciles. Los productos estrella son las langostas (para mi gusto muy
insípidas), los langostinos, aceptables y sobre todo el lambí, caracol marino
enorme, que yo no fui capaz de probar.
Las cartas de los restaurantes son muy cortas y
no hay mucha variedad para elegir, pero en casi todas puedes encontrar “accras”,
lo que nosotros llamamos buñuelos. Los hay muy variados, pero los más famosos y
típicos son los de bacalao. Riquísimos!!!!
Creo que en la semana que estuve allí solo comí
langostinos y “accras de morue”… Siempre cuento como anécdota, que la mejor
comida que hicimos en La Martinica, fue el último día, cuando íbamos hacia el
aeropuerto, que paramos a comer en un McDonald’s…. En cualquier caso mereció la
pena el viaje, fue espectacular!!!
Por cierto, hicimos el viaje vía París y al
volver, después de una semana en la playa, al llegar a París nos nevó…. un frío….
qué contrastes… Yo iba desde Nerja, con un clima estupendo todo el año y mis
amigos algunos españoles, otros francesas, seguían viviendo en Tenerife, donde
disfrutaban de la eterna primavera…. el frío de París nos pilló descolocados….
Os recomiendo que probéis los buñuelos, son muy
sabrosos, pero no fuertes y si están bien fritos, nada grasientos. Y por
supuesto, si tenéis ocasión, os recomiendo que visitéis la Martinica…. playa,
sol, mosquitos, zouk, lambí, ron, lima, frutas tropicales…. Inolvidable!!!!