Sevilla, tan calurosa...


He estado cuatro días en Sevilla. Ha sido por temas familiares, no por placer, pero a pesar de eso y del calor (terrible...) he pasado cuatro días estupendos. La temperatura no animaba a estar en la calle, pero no he parado. Me encanta Sevilla, es tan cómoda para pasear, tan llana, tan bonita,...




Me encanta recorrer sus barrios, esta vez le he dado la vuelta completa al barrio de La Macarena y tengo que decir que está bastante abandonado. Es una pena, pero necesita un arreglo importante.

Siempre voy a la Catedral, esta vez he vuelto a entrar en el Alcazar, he recorrido el barrio de Santa Cruz, único !!! y me he sentado en la plaza de Doña Elvira. El duende, el encanto, los árboles, los olores, siempre están ahí.
El sábado era el día europeo de la música, y había conciertos por las calles, la gente por todos lados, la noche perfecta ....



Las horas del mediodía las pasamos en el hotel, que con buen criterio lo elegimos con piscina, y fué un acierto, por que sinceramente era imposible estar en la calle. El resto del día callejeando. Como vivo en un pueblo, cada vez que voy a una ciudad grande, pierdo la cordura, me encanta comprar, me gustan las tiendas, pero no me gusta malgastar. Sevilla tiene de todo y he comprado un poco de cada.

Me ha dado tiempo hasta de pasar por Isla Mágica (mi hermana no lo conocía) y el último día para rematar almorzar en Casa Robles. Maravilloso, como siempre. Buena calidad y buen servicio y un precio razonable para su nivel. Os he traido la muestra del surtido de postres, el resto queda en nuestra memoria, para no dar envidia....


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