Salsa Bechamel

Ingredientes :

50 grs de Mantequilla
70 grs de Harina
750 ml de Leche entera
Sal
Preparación :

Ponemos a calentar en una cazuela la mantequilla y en cuanto esté derretida añadimos la harina. Mezclamos bien con las varillas formando una masa y empezamos a echar la leche, sin dejar de batir. Hay que conseguir que la masa sea homogénea y dejaremos de batir tan enérgicamente, según vayamos echando más leche. Echamos sal al gusto. Tiene que hervir de 10 a 15 minutos para que pierda el sabor de la harina, sin dejar de batir por que es fácil que se pegue al fondo del puchero.
De la cantidad de cada ingrediente va a depender el espesor de la bechamel. Para hacerla más ligera se echa más leche. Para espesarla, o añadimos más harina o la hervimos más tiempo. Para que quede más cremosa más mantequilla y hay que batirla mucho. Con las varillas es prácticamente imposible que tenga grumos, pero si así fuera, se le pasa la batidora y quedará perfecta.
Si queremos una bechamel espesa para hacer croquetas o fritos, debemos espesarla a base de hervirla mucho rato, no añadiéndole más harina, porque solo conseguiríamos hacerla más ordinaria.
Yo siempre hago la bechamel a ojo. Pongo la mantequilla a derretir y echo la harina poco a poco, hasta que se forme una masa espesa, pero no una bola. A partir de ahí añado leche, dejando que rompa el hervor cada vez, para que vaya espesando y veamos cuanta leche necesita, según el espesor que queramos obtener. 

Siempre hay que hacerla más líquida, para que después espese hirviendo. Así se consigue que la bechamel sea cremosa y para hacer croquetas, estará lista cuando se empiece a separar de las paredes.
A mi me gusta así sin nada más. Depende del uso que le vayamos a dar le podemos añadir nuez moscada ó pimienta. Va en gustos. También se puede hacer con aceite, pero es más difícil trabajarla. Con la mantequilla, al enfriarse solidifica y se trabaja mejor y al calentarse se licua y aporta cremosidad.
El cazo de esta foto tiene su historia. Se lo regaló a mi madre una amiga hará por lo menos 35 años, porque se cambió de casa y cambió todos los utensilios de la cocina. Eran este cazo y una cazuela. Eran de su ajuar. Por lo menos 20 años antes. O sea el cazo tiene más de 50 años.

Es de aluminio macizo y os puedo asegurar que no se pega absolutamente nada, por más tiempo que lo tengas al fuego. En mi casa la bechamel y la salsa de tomate siempre se hacen aquí, porque es garantía de que salen bien. Además el ácido del tomate produce un efecto de autolimpieza en el aluminio. que queda con un brillo de estreno. Reliquias del pasado….

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