Terrina de Helado de Café

Aunque en mi casa comemos helado todo el año, es en verano cuando más nos apetece tomarlo. Con el calor, un buen helado apetece a cualquier hora, ¿verdad? Por eso, es en verano (y en Navidad) cuando más recetas de helados pruebo. Este año, además de repetir todos los helados que ya tengo publicados, he preparado algunos postres con helados, como esta “Terrina de Helado de Café”. 
Es muy sencilla de hacer, se prepara un helado básico, que lo aromatizaremos por un lado con vainilla y por otro con café. Se monta la terrina en capas, poniendo entre cada capa chocolate derretido y ya está. Si os gusta el helado de café, la terrina está deliciosa. Es una forma diferente de tomar el helado y resulta un postre perfecto. La receta es de la página de BBCGoodFood. Ellos hacer la receta con helado comprado, pero yo prefiero hacerlo en casa, pero en una emergencia… es una buena opción. 

Y os aviso, si os gusta el helado de vainilla y el de café, preparad el doble de esta receta. Dentro de unos días publicaré otra receta en la que usaré estos mismos ingredientes…. 2 x 1. Hacer el doble de cantidad de helado cuesta casi el mismo esfuerzo y tendremos preparados dos postres de lujo, que además al ser helados, los podemos hacer con toda la antelación que queramos. Tener estas recetas preparadas como fondo de congelador, nos pueden solucionar el postre de nuestras cenas veraniegas, de forma espectacular.
Ingredientes : 

6 Yemas de Huevo 
250 gr de Azúcar 
700 ml de Leche 
500 ml de Nata 
1 cucharadita de Extracto de Vainilla 
2 sobres de Nescafé 

300 gr de Chocolate Nestlé Postres 
50 gr de Aceite de Coco 

1 paquete de Maltesers 
Frambuesas 

Preparación : 

Lo primero que tenemos que preparar son los helados y es mejor hacerlos por lo menos, con un día de antelación. Para ello batimos las yemas con el azúcar con ayuda de unas varillas y cuando empiecen a blanquear, les añadimos 200 ml de leche. Seguimos batiendo hasta que se incorpore totalmente. 

Por otro lado, ponemos a calentar el resto de la leche junto con la nata, sin que llegue a hervir. Cuando esté bien caliente, la vertemos poco a poco sobre la mezcla de los huevos, sin dejar de batir, para que éstos no cuajen. Cuando hayamos acabado de integrar toda la leche, pasamos esta mezcla al cazo donde la habíamos calentado. Seguimos removiendo la crema y dejamos que se cocine a fuego medio. Porque tenemos que conseguir que la crema espese, pero que nunca llegue a hervir. 

Notaremos que la crema ha espesado del todo, cuando desaparezca de la superficie toda la espuma. Entonces la retiramos del fuego y la repartimos en dos boles, mitad y mitad. A un bol le añadiremos una cucharadita de vainilla y al otro, los dos sobres de Nescafé (yo lo uso descafeinado). Removemos bien las dos mezclas y las dejamos enfriar, bien tapadas, en el frigorífico. 

Cuando estén bien frías, las pasamos a la heladora para que se haga un helado bien cremoso y consistente. Lo guardamos en terrinas en el congelador. 

Cuando vayamos a montar la terrina, sacamos el helado del congelador con 15/30 minutos de antelación, dependiendo del calor que haga fuera, para poderlo manejar. Por otro lado, derretimos al baño maría o en el microondas (con mucho cuidado) 250 gr de chocolate con el aceite de coco. Lo dejamos enfriar a temperatura ambiente. 

Engrasamos un molde y lo cubrimos con film transparente. De esta forma, desmoldaremos muy bien la terrina, si no, sería muy difícil desmoldarla sin romperla. Cubrimos el fondo del molde con una capa de helado de café y alisamos la superficie. Si se ablanda demasiado, lo metemos 15 minutos al congelador para que endurezca. Lo sacamos y vertemos por encima una capa muy fina de chocolate. Sobre esa capa, ponemos otra de helado de vainilla y procedemos de la misma manera: lo enfriamos y lo cubrimos de chocolate. 

Repetimos otra vez todo el proceso, terminando con una capa de chocolate. Tapamos el molde con el film transparente que sobresale y lo dejamos en el congelador unas cuantas horas o mejor de un día para otro.

Cuando lo vayamos a servir, lo desmoldamos calentando un poco las paredes debajo del grifo de agua caliente y dejando caer la terrina sobre una bandeja. Le quitamos el film transparente y decoramos toda la superficie con chocolate derretido, dejándolo caer con una cuchara, formando hilos. Colocamos por encima los Maltesers y las frambuesas. Lo servimos cortándolo en porciones.

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