Aunque hoy en día encontramos todo tipo de verduras todo el año, a mí me gusta pensar, que todavía podemos disfrutar de la estacionalidad de los productos que utilizamos en la cocina. Suelo aprovechar cada época del año para comprar y conservar las verduras propias de esos meses. No todas las verduras se pueden conservar, pero muchas de ellas si y a me encanta tener el congelador bien provisto de todo tipo de hortalizas, verduras, legumbres, frutas, ….
Una de las verduras que más suelo comprar son las alcachofas y esta es su época. ¡!Me gustan muchísimo!! Y aunque por aquí, por la zona de la vega de Vélez-Málaga y por la Alpujarra, hay muy buena alcachofa, no siempre me resulta fácil encontrarlas. Eso sí, el día que las encuentro, compro ¡!para todo el año!!
Por esta razón, no suelo comprar muchas verduras envasadas. Y, sobre todo, nunca he comprado muchas alcachofas envasadas. Hace un tiempo, cuando publiqué la receta de “Pasta con Alcachofas y Scamorza” os conté que había usado unos corazones de alcachofa congelados que dieron muy buen resultado. Y para hacer esta receta he usado un frasco de corazones en conserva que me lo trajo mi prima Isabel de Bilbao y que tengo que decir, que estaban deliciosos. En cualquier caso, las conservas en tarro, siempre tienen un punto de sabor más industrial que la verdura congelada.
La receta es de la revista “Saveurs” del mes de mayo y es otra receta para la carpeta de recetas fáciles y rápidas. En un momento, preparas un plato completísimo y super sabroso. Y estoy segura de qué, si lo preparamos con alcachofas naturales, conseguiremos ¡!un plato de 10!!
Ingredientes :
4 Pechugas de Pollo
250 gr de Corazones de Alcachofa en conserva
250 ml de Vino Blanco
125 ml de Caldo de Pollo
Harina
Perejil
40 gr de Mantequilla
Alcaparras
2 dientes de Ajo
1 Limón
Sal
Pimienta Negra
Aceite de Oliva Virgen Extra
Preparación :
Limpiamos bien las pechugas y las troceamos. Las salpimentamos a nuestro gusto y pasamos los trozos por harina, de forma que queden bien cubiertas, retirando el exceso de harina con cuidado.
Ponemos al fuego una sartén con 10 gr de mantequilla y dos cucharadas de aceite. Cuando esté bien caliente, freímos los trozos de pollo, hasta que estén bien dorados y hechos por dentro. Los reservamos aparte.
Pelamos los dientes de ajo y los troceamos. En la misma sartén donde hemos frito el pollo añadimos 20 gr de mantequilla más y una cucharada de aceite. Freímos los dientes de ajo y cuando empiecen a dorarse, incorporamos los corazones de alcachofa escurridos y cortados en dos. Vertemos sobre ellos el vino y desglasamos bien la sartén. Dejamos que hiervan suavemente 5 minutos para que reduzca el vino.
Añadimos entonces el caldo de pollo, el zumo de ½ limón y las alcaparras. Llevamos todo a ebullición y lo dejamos espesar otros 5 minutos. Finalmente incorporamos los 10 gramos de mantequilla que nos quedaban y removemos bien. Volvemos a poner el pollo en la sartén, rectificamos de sal y pimienta y espolvoreamos el guiso con perejil picado. Dejamos que el pollo absorba el resto de los sabores unos 2 minutos y lo servimos inmediatamente, decorando los platos con unas rodajas de limón.
5 comentarios
¡Que buenas! Nunca me he animado a embotar alcachofas, y mira que emboto cosas, mermeladas, pisto, tomates... tengo que intentarlo, es genial tenerlas para recetitas así de buenas :)
ResponderEliminarque buena pinta tiene este plato y mas para quien nos gustan las alcachofas como me gustan a mi te ha quedado un plato fantastico. mil besicos
ResponderEliminarme encanta, me resulta un plato super completo y muy sano, lo voy a hacer
ResponderEliminarMadre mía que suculencia, me alegra ver que cada vez hay más recetas elaboradas que se pueden preparar con una buena conserva de alcachofa, conserva que si es buena es deliciosa.
ResponderEliminarNo tenía vino en casa, lo cambié por cerveza y desde luego han salido riquísimas. Volveré seguro a repetirla con la receta original. Chapó por publicar recetas tan buenas.
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