Ingredientes :
600 grs de Calamar fresco
6 dientes de Ajo
Leche
1 lata de Cerveza
230 grs de Harina de Témpura
Sal
Aceite de Oliva Virgen Extra
Preparación :
El principal ingrediente de las “Rabas” es, evidentemente,
el calamar. Debemos elegir calamares grandes y super frescos. Limpiarlos bien,
quitarles la pluma, para mi gusto, quitarles también la piel (esa telilla de
color que lo envuelve), sacar el interior y separar las patas del resto (que se
deshecha) y limpiar bien el interior del calamar.
Para que las rabas estén bien tiernas, debemos
romper las fibras del calamar. Para ello, una vez bien limpios, los cortamos en
tiras a lo largo, no más anchas de 1cm y los ponemos en un recipiente junto con
las patas troceadas. Pelamos los ajos y los laminamos. Los juntamos con los
calamares y cubrimos todo de leche. Metemos el recipiente, bien tapado, en el
frigorífico y lo dejamos, al menos, una hora, aunque es mejor que se quede
durante toda la noche.
Cuando vayamos a hacer definitivamente las
rabas, preparamos la mezcla para rebozarlas. Para ello mezclamos la harina de
témpura con un poco de sal y la lata de cerveza, muy, muy fría. Mezclamos todo
con unas varillas o un tenedor (nunca con varillas eléctricas), hasta obtener
la textura deseada. Tenemos que conseguir una pasta semilíquida, pero con la
consistencia suficiente para que cubra los calamares. Dejamos reposar la mezcla
en la nevera, una hora.
Sacamos los calamares del frigorífico, los
escurrimos y los metemos dentro de la mezcla de témpura. Removemos bien, para
que se impregnen por todos lados de la pasta.
Ponemos aceite abundante en una sartén honda.
Lo calentamos al máximo y vamos friendo las tiras de calamar, sacándolas de una
en una y friendo de pocas en pocas, para que no se peguen entre ellas. Con unas
pinzas de freir, les damos la vuelta y cuando estén doradas por todas partes,
las sacamos y los vamos poniendo sobre papel de cocina, para que absorba el
exceso de aceite. Seguimos de esta manera hasta acabar con todo el calamar.
A mí me gusta echarles un poco más de sal fina por
encima y ya están listas para servirlas inmediatamente, acompañándolas de una
cervecita fría o…. para mí, con un Martini Rojo, por favor!!!!
Las rabas son uno de los aperitivos más típicos
del País Vasco. Unas rabas bien fritas, con un vinito o cervecita, son
perfectas para compartir entre amigos. El inconveniente: tienen que ser recién,
recién hechas. Se comen calentitas, crujientes y pinchándolas con un palillo.
Hacía mil años que no comía unas rabas. En mi
casa no se han hecho nunca y por aquí, no se encuentran. Pero hace poco me
entró como un antojo terrible, que me fui desesperadamente a la pescadería,
compré dos buenos calamares y me preparé unas rabas deliciosas!!! Las he hecho
según la receta de Eneko Sukalki. Deliciosas.
Nos transportaron a muchos años atrás, a esos
aperitivos en el Bar del puerto de Mundaka, o a los de los domingos, en el
Metrópoli de Bilbao…. De eso hace mil años por lo menos, pero son recuerdos que
están ahí, sabores que no se olvidan…
Si os animáis, es un aperitivo perfecto para
recibir a la familia en navidad. Seguro que os hacen la ola!!!
1 comentarios
Me encantan ¡Vaya pinta! :)
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