Ingredientes :
2 Solomillos de Cerdo
200 grs de Queso Roquefort
2 cucharadas de Nata
2 Pimientos Rojos
5 cucharadas de Azúcar moreno
1 cucharada de Vinagre Balsámico
Aceite de Oliva Virgen Extra
Sal
Preparación :
Empezamos preparando los pimientos. Los
lavamos, les cortamos la parte de arriba y les quitamos las pepitas. Los
cortamos es trocitos cuadrados y los ponemos en una sartén con un poco de
aceite, sal y pimienta. Los dejamos cocinar a fuego medio/bajo hasta que estén
tiernos.
Entonces les añadimos el azúcar y cuando éste
se disuelva, incorporamos el vinagre. Dejamos que siga hirviendo lentamente un
rato más, hasta que reduzca el líquido. Entonces los separamos del fuego y
reservamos.
Después preparamos la salsa de queso
roquefort, poniéndolo en un cacito al fuego, con las dos cucharadas de nata y
dejando que se fundan. Nos debe quedar una salsa espesa, pero si queremos
aligerarla, le añadimos un poco más de nata. Reservamos.
Estas dos preparaciones las podemos hacer con
antelación y a última hora, hacer los solomillos y emplatar. Para ello,
limpiamos bien los solomillos de cerdo, los cortamos en medallones no muy
gruesos y los hacemos a la plancha con un poco de aceite. Los marcamos por
todos lados, para que cojan color y se hagan bien por dentro, pero sin llegar a
secarlos. Los vamos sacando a un plato y salpimentamos.
Montamos el plato juntando dos medallones de
solomillo con salsa roquefort en medio y poniéndoles encima unos trozos de
pimiento confitado y un poco más de salsa. Unimos todo con un palillo. Servimos
bien caliente, acompañándolos con las patatas que más nos gusten, en este caso
unas patatas Hasselback.
Esta receta la preparé estas navidades,
después de verla publicada en el blog de Lidia, “Atrapada en mi cocina”. Es una
receta muy sencilla pero que reúne unos ingredientes que me encantan, con una
elaboración perfecta. Las mezcla de sabores impresionante.
Lidia los hizo con crema de queso azul, pero
a mi me gusta más el queso Roquefort, que siendo más fuerte, para mi gusto es
mucho más sabroso.
Y los pimientos caramelizados es una de esas
recetas que no debemos dejar pasar y que podemos tener preparada en el
frigorífico, para muchas ocasiones. Se pueden guardar envasados en frascos de
cristal, con su jugo y usarlos para combinar con queso, tostadas, patatas…..
29 comentarios
T
ResponderEliminarMuy rico y perfecto de presentacion!!
Lujazo de receta!
ResponderEliminarMi hija por comer uno de estos te haría hasta el pino!! Riquisimos!! Besos :)
ResponderEliminarMe encanta el solomillo al roquefort y con esos pimientos uhmmmm buenísimo.Un saludo.
ResponderEliminarmenuda pimta tiene presentado en forma de pintxo!!! genial con la salsita y el pimiento caramelozado...un besico
ResponderEliminarUna presentación fabulosa, que ricos están los solomillos así,besos
ResponderEliminarMe encantan, tu presentacion es insuperable...
ResponderEliminar¡¡¡ Delicioso !!!! La prepararé siguiendo tus pasos, con total seguridad....
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
mira te lo copio, me encanta el plato pero es que además tengo pimientos caramelizados en la nevera!
ResponderEliminaresto si que es un plato divino
ResponderEliminarCreo que es uan combinación de sabores perfecta para mi, y la presentación es insuperable. ¡Me ha encantado!
ResponderEliminarMe encantan!!! Aquí me tienes de seguidora para no perderme nada, que pensaba que ya te seguía!
ResponderEliminarMuack
Me encanta la receta entera, pero lo de los pimeientos confitados, está hecho mañana seguro. Besos
ResponderEliminarLo que más me gusta de la receta esos pimientos confitados, qué delicia. Besos
ResponderEliminarLos voy a probar pronto porque me encanta esta combinación. Soy fan del Roquefort.
ResponderEliminarBesos,
Vero
Ya la tengo en favoritos jejeje.
ResponderEliminarBesitossss
Me encanta, la combinanción es perfecta...
ResponderEliminarUn besito!
Ummm!! que bueno ese pimiento caramelizado, le tiene que dar un toque especial, esto hay que probarlo!!!
ResponderEliminarbesosssssss
Qué delicia de pinchos...Yo sé de un amante del Roquefort que te haría la ola...Se ven deliciosos!!!
ResponderEliminarQué lujo de receta, Begoña!! Me la llevo
ResponderEliminarUn abrazo,
IDania
Qué buenos los solomillos al roquefort me encantan y de hecho los hago mucho pero ese toque dulce de los pimientos me ha terminado de conquistar.. Besitos!
ResponderEliminarAsí con roquefort no los he probado nunca pero tienen una pinta tremenda.
ResponderEliminarbesos
Acabo de descubrir tu blog y me ha encantado, un amigo me hablo de tu receta del bizcocho de Las Carmelitas descalzas, el me va a regalar la masa madre.
ResponderEliminarMe quedo a seguirte para poner en practica algunas de tus recetas. Yo tambien tengo un blog, te invito a visitarme.
Un saludo
Evita
blog: La dulceria de evita
Uma excelente apresentação1
ResponderEliminarDelicioso!
Gostei muito do blog
Ya sabía yo que me iba a encontrar con algo rico para comer:-)
ResponderEliminarBEsos
Begoña, se me ha pasado la receta, je,je, y es que como tú no te publicitas en las redes sociales, pues casi que no me doy cuenta cuando actualizas, y como eres...., como diría yo, irregular.....en ese sentido, je,je, pues no se ni cuando publicas. Bueno en cuanto a la receta a mi también me encanta el queso roquefort, así que voy a ver si los pruebo también así, espero que a tus invitados les gustara, seguro que si.
ResponderEliminarPor cierto, ya veo lo famoso que es tu bizcocho de las carmelitas, je,je, hasta en los comentarios de otras recetas te lo recuerdan,je,je....ya mismo sube un escalón en tu ranking, je,je.
Bueno, besos para toda la familia (no se me olvida el molde, si no puedo ir se lo daré a Ana)
Pero qué rico, hija. Quiero mojar esa salsa con mucho pan...¡ay! que estoy a dieta. Bueno, pues sin pan, aunque seguro que no es lo mismo.
ResponderEliminarBesos.
q bueno,el toque de los pimientos me encanta
ResponderEliminarMuy bueno, pero le falta a tus recetas explicaciones de como se hacen.
ResponderEliminarLas hace para ti, perdona pero no es mi intención molestarte, ya que nos gusta a tantas personas por lo menos da una forma de hacerlas.Gracias por escucharme. Pedro