6 Doradas de ración
Aceite de Oliva
Vinagre de Jerez
3 dientes de Ajo
1 Pimiento Choricero
Sal
Perejil
Eneldo
Preparación :
Limpiamos bien el pescado, quitándole la cabeza.
Forramos con papel de aluminio una fuente refractaria, de manera que sobre papel por todos lados, para poder cerrarlo al final. Salamos las doradas y las colocamos en la fuente, tres de cada lado, de manera que quepan todas. Rociamos de aceite y espolvoreamos con un poco de perejil y eneldo picados. Cerramos el papel, comprobando que no queden huecos, para hacer las doradas “en papillote”.
Precalentamos el horno a 180º e introducimos la fuente. Horneamos durante 35/45 minutos, dependiendo del tamaño de las doradas. Sacamos del horno, abrimos el paquete y vamos limpiando, una a una las doradas, de piel y espinas, emplatando cada una individualmente.
Laminamos los ajos y troceamos el pimiento. Ponemos aceite abundante en una sartén a fuego medio, echamos los ajos y pimiento y sofreímos hasta que estén dorados. Retiramos del fuego y añadimos un buen chorro de vinagre. Según el gusto de cada uno, se puede añadir también una guindilla cayena troceada.
Distribuimos el refrito por todos los platos, rociando los lomos de dorada. Se puede consumir al momento, ó dejarlo preparado y calentarlo a la hora de comer en el microondas.
Esta receta de pescado no tiene ningún misterio, ya preparé unos boquerones con el mismo refrito. Pero os la he mostrado por dos razones :
La primera porque me estoy volviendo una defensora a ultranza del pescado de acuicultura. Yo no puedo soportar el pescado congelado y todos sabemos el precio de la mayoría del pescado fresco, sobre todo de los que me gustan a mi, cuanto más grandes mejor (merluza, lubina, dorada, besugos,….). Comprendo que no es lo mismo una lubina salvaje que otra de crianza, pero como pescado blanco y fresco, las dos están buenas, siempre que no las comparemos. En mi casa estos pescados nos han solucionado el poder comer pescado y estamos encantados.
La segunda es la manera de asarlos. Al hacerlo en papillote, no se mancha nada, se hacen rápido y salen siempre jugosos. Mi horno incluía una fuente refractaria del tamaño de la bandeja del horno y caben perfectamente las seis doradas. El hecho de limpiarlos al sacarlos del horno puede parecer pesado, pero cuando le coges el truquillo se hace en un momento y te lo agradecen una barbaridad…..
Además el refrito posterior permite recalentar el plato sin correr el peligro de que se reseque. Yo he llevado este plato muchas veces a la oficina y era la envidia del comedor. Por supuesto siempre es mejor comerlo recién hecho y acompañarlo de unas patatas a lo pobre, por ejemplo….
La primera porque me estoy volviendo una defensora a ultranza del pescado de acuicultura. Yo no puedo soportar el pescado congelado y todos sabemos el precio de la mayoría del pescado fresco, sobre todo de los que me gustan a mi, cuanto más grandes mejor (merluza, lubina, dorada, besugos,….). Comprendo que no es lo mismo una lubina salvaje que otra de crianza, pero como pescado blanco y fresco, las dos están buenas, siempre que no las comparemos. En mi casa estos pescados nos han solucionado el poder comer pescado y estamos encantados.
La segunda es la manera de asarlos. Al hacerlo en papillote, no se mancha nada, se hacen rápido y salen siempre jugosos. Mi horno incluía una fuente refractaria del tamaño de la bandeja del horno y caben perfectamente las seis doradas. El hecho de limpiarlos al sacarlos del horno puede parecer pesado, pero cuando le coges el truquillo se hace en un momento y te lo agradecen una barbaridad…..
Además el refrito posterior permite recalentar el plato sin correr el peligro de que se reseque. Yo he llevado este plato muchas veces a la oficina y era la envidia del comedor. Por supuesto siempre es mejor comerlo recién hecho y acompañarlo de unas patatas a lo pobre, por ejemplo….
12 comentarios
Hola!
ResponderEliminarMe ha encantado la receta... Tendré que probarla, porque en casa siempre toca comida fuera por la semana, con lo que el pescado tiende a ser el más abandonado. Y junto con eso, estoy de acuerdo con la acuicultura... hay que sobrevivir a la crisis!
Un saludo!
Que rica se ve esta dorada niña! Me la apunto para hacerla porque se ve exquisita.
ResponderEliminarPetonets.
Begoña que rico pescado!!, se ve realmente divino, otra buena receta para el día del pescado (jueves en mi casa).
ResponderEliminarMe tomo tu idea, ademas de esos ajíes me acaba de mandar una amiga o al menos son parecidos, buena manera de usarlos.
Besos!
Una cosa Begoña, supongo que las doradas las metes al horno enteras ¿verdad?, luego las limpias y las napas, creo que es así.
ResponderEliminarMe parece espectacular la sencillez y la exquisitez de esta fácil y emblemática elaboración, siempre me ha gustado el sabor acidopicante de la salsa, y los ajos doraditos ni te cuento. En mi casa hacemos una salsa parecida pero con limón en vez de vinagre.
Yo también estoy contigo en que pescado mejor fresco sea de dónde sea, y por eso en casa apenas comemos pescado. Es una pena, pero llegamos a casa tarde y muchas veces cenados del trabajo. Muchas opciones brinda una gran capital, pero de calidad de vida CERO, esclavos de la rutina y del coche, y tenemos una casa 100% dormitorio. ¿Por eso te tenemos envidia (de la sana)?
Te podrás imaginar que los fines de semana son también una locura, dormir, preparar comidas, salir, fotografiar. Es una pasada.
Un saludo.
Que increible está la Dorada!!Es uno de los pescados que más me gustan!!!
ResponderEliminarAsí no la he probado, pero como la como casi cada semana, fijo que la hago!!
Un besino.
Begoña, este sofrito lo suelo hacer sobre todo para la lubina, queda muy rico. Las doradas casi siempre las hago a la sal, que es lo más típico de esta zona, pero seguro que quedan igualmente bien con esta salsita.
ResponderEliminarUn beso.
Estoy contigo el pescado fresco con olor a mar es un lujo y el de piscifactoria está pero que muy bien.
ResponderEliminarLa receta muy buena con ese refrito.
Besos
Ah Begoña si supieras las artimañas que tengo que hacer para que me coman pescado.
ResponderEliminarMis hijos no hay tanto problema pero el consorte dice que de piscifactoria no son tan buenos, dice que saben a "pienso" y no puedo cocinar todo el pescado que querría.
Así en papillote es delicioso, se cuece en su propio vapor es sano, rico, no se ensucia, práctico... tiene todas las gracias y este refrito... buenísismo.
Besos
Delicioso, sin más
ResponderEliminarSiii! Que rico!
ResponderEliminarMe encanta el pescado con refrito, y nunca lo había hecho al papillote, pero claro, tienes razón, tiene que quedar mucho más jugoso...
Me encanta!
Besos!
Begoña, soy una amante del pescado y el papillote me parece una excelente manera de prepararlo, es práctico y queda delicioso. Me ha encantado tu receta.
ResponderEliminarTan sencillo y tan delicioso, siempre me ha gustado.
ResponderEliminarUn beso