Ingredientes :
350 grs de Harina de Fuerza
8 grs de Sal
45 grs de Azúcar Glas
21 grs de Levadura fresca
4 Huevos fríos
1 Yema de Huevo frío
220 grs de Mantequilla
180 grs de Pepitas de Chocolate
1 Huevo
Preparación :
Ponemos la harina en el bol de la amasadora.
Añadimos la sal y el azúcar y removemos bien. Incorporamos los huevos y la yema
y empezamos a amasar. Entonces desmenuzamos la levadura con los dedos y la
añadimos a la masa.
Seguimos trabajándola durante 10 minutos,
hasta que esté bien lisa y se separe de las paredes del recipiente.
Cortamos la mantequilla en trocitos y la incorporamos, amasando durante
unos 7 minutos, hasta que la masa no se nos pegue a los dedos. Dejamos reposar
la masa durante 30 minutos y hacemos una bola con ella. La ponemos en un
recipiente enharinado y la cubrimos con un paño, para que no se reseque la
superficie. Dejamos el recipiente en el frigorífico un mínimo de tres horas y
un máximo de 24. Todo este proceso también se puede hacer a mano.
Sacamos la masa del frigorífico al menos una
hora antes de que la vayamos a utilizar. Cortamos trozos de masa de 50 gramos,
para hacer los bollitos. Aplastamos un poco, sin fuerza, cada trozo de masa y
la cubrimos de pepitas de chocolate.
Amasamos, dando forma de bola, para formar un
bollito, incorporando las pepitas de chocolate y procurando que se queden en el
interior. Para facilitar que las pepitas se queden adheridas a la masa,
procuramos realizar este paso con muy poca harina en la superficie de trabajo.
Si la masa se contrae al darle la forma, la dejamos reposar 5 minutos, y
seguimos trabajando. Tenemos que dejar unas cuantas pepitas de chocolate para
la decoración final.
Vamos poniendo cada bollito sobre una bandeja
de horno cubierta de papel sulfurizado, dejando espacio suficiente entre ellos,
porque aumentarán su tamaño al levar. Los bollitos deben duplicar su volumen,
para lo que tardarán una hora y media o dos horas, dependiendo de la
temperatura de la cocina.
Precalentamos el horno a 200ºC. Batimos el
huevo y lo colamos. Con ayuda de un pincel de silicona, pintamos con cuidado la
superficie de todos los bollitos. Y esparcimos por encima las pepitas de
chocolate que habíamos reservado, pegándolas bien, para que no se caigan.
Horneamos los bollitos durante 12 minutos,
hasta que estén bien dorados. Los sacamos del horno y los dejamos enfriar sobre
una rejilla.
Los podemos comer tibios o fríos y
acompañarlos de alguna mermelada. Una vez fríos congelan estupendamente.
Ya sabéis que la bollería es mi perdición.
Cuando publiqué este verano los brioches con crema y pasas, os dije que me
había comprado un libro pequeño de brioches. Con la misma masa, los franceses
hacen una infinidad de bollitos diferentes. Como veréis, me he propuesto
probarlos todos!!!!
Estos bollitos son ideales para los niños,
para el desayuno o la merienda, para su fiesta de cumpleaños o para cualquier
día que se nos antoje a cada uno. Suaves, deliciosos y fáciles de hacer, solo
necesitan un poco de paciencia en el amasado. Probadlos, ya veréis!!!