La receta que os propongo hoy, es una receta clásica de la repostería francesa, que parte de la receta básica de la “Pasta Choux”. Esta pasta la usaremos en muchas preparaciones, las más conocidas son los buñuelos, los profiteroles, los relámpagos y los “petit choux” o, como se llamaban en Bilbao, “chuchus”.
En esta ocasión he preparado esta pasta para hacer estos pastelitos deliciosos, que se rellenan de una crema que lo mismo puede ser una crema pastelera, de chocolate, de café, … o de nata montada, como es este caso.
La receta que he utilizado es la receta básica del libro de “Confitería y Repostería” de la Marquesa de Parabere. Es la que siempre utilizó mi madre y la que siempre usaba nuestra tía Begoña, hermana de mi padre, que no sabía venir a casa sin traer una bandeja inmensa de “chuchus” o a veces, la cambiaba por una bandeja inmensa de croquetas de jamón. Nos gustaban en cualquier caso.
La receta que he utilizado es la receta básica del libro de “Confitería y Repostería” de la Marquesa de Parabere. Es la que siempre utilizó mi madre y la que siempre usaba nuestra tía Begoña, hermana de mi padre, que no sabía venir a casa sin traer una bandeja inmensa de “chuchus” o a veces, la cambiaba por una bandeja inmensa de croquetas de jamón. Nos gustaban en cualquier caso.
Tengo que reconocer que, aunque entonces nos volvían locos estos pastelitos, a mí, ahora, me han parecido sositos. Quizás con una crema más sabrosa me gusten más, pero así solo rellenos de nata, me han parecido un poco tristes. Los “relámpagos” se rellenan de cremas con más sabor y se cubren con una capa de chocolate o glasa, que también aportan sabor. Creo que me gustan más.
¡Cómo hemos cambiado de gustos! Es verdad, que ahora hacemos dulces tan variados y diferentes, con ingredientes tan sabrosos, que este tipo de repostería parece que está un poco pasada de moda, pero, en cualquier caso, son unos pasteles muy delicados y que seguro que os los quitan de las manos.
Ingredientes :
350 ml de Leche
125 grs de Mantequilla
10 grs de Azúcar
5 grs de Sal
1 Limón
225 grs de Harina
5 Huevos
400 ml de Nata para montar
4 cucharadas de Azúcar
Azúcar glas
Preparación :
Ponemos en un cazo la leche con la mantequilla, el azúcar, la sal y dos trozos de la corteza del limón. Lo ponemos a calentar y cuando empiece a hervir, retiramos el cazo del fuego.
Echamos de golpe toda la harina en el cazo y removemos con energía, para integrarla en la masa. Volvemos a poner el cazo al fuego bajo, removiendo sin parar, para que la harina se cueza. La pasta tiene que secarse y estará lista cuando se empiece a pegar al cazo y no se pegue a la espátula.
Cuando esté lista, volcamos la pasta en un bol y la dejamos enfriar un poco. Entonces le añadimos los huevos, uno a uno, esperando a que se integre un huevo totalmente, para añadir el siguiente. Tendremos que batir con fuerza hasta que obtenemos una pasta lisa y brillante. Cuanto más se haya batido la pasta, mejores serán los resultados.
Una vez que tengamos la “Pasta Choux” lista, deberemos usarla enseguida. No conviene que repose. De esta manera, los pastelitos saldrán más esponjosos.
Para preparar los “Petit Choux”, pondremos la pasta en una manga pastelera con boquilla lisa de 2 cm. Cubrimos dos bandejas de horno con papel sulfurizado y hacemos montoncitos de masa del tamaño que deseemos, dependiendo de la preparación que vayamos a hacer. Deberemos dejar espacio entre un pastelito y otro, para que al hornearse no se peguen. Con esta cantidad de masa nos saldrán unos 36 pasteles.
Precalentamos el horno a 180ºC y hornearemos cada bandeja unos 20/25 minutos. Mientras se hornean, no debemos abrir la puerta del horno, porque se bajarían. Debemos tener paciencia, porque tienen que inflarse bien y esperar a que la masa esté bien tostada, si no, al sacarlos se bajarán. Pasa exactamente igual que con los buñuelos. El punto de horneado se coge con la práctica.
Sacamos los pastelitos del horno y los dejamos enfriar sobre una rejilla. Mientras tanto, montamos la nata con unas varillas y le añadimos el azúcar. La cantidad de azúcar dependerá de cómo nos guste de dulce la nata. Ponemos la nata en una manga pastelera con boquilla rizada.
Cortamos los pastelitos por la mitad y los rellenamos con nata. Los tapamos y los espolvoreamos con azúcar glas.
1 comentarios
esta receta esta muy bien explicada y redactada
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