Ensalada Mixta

Aunque todavía el clima nos de algún susto, parece que el verano ya quiere instalarse por esta zona, definitivamente. Y el verano es tiempo de ensaladas, aunque nosotras tomemos ensaladas durante todo el año.

¿Os acordáis de la olvidada “Ensalada mixta”? Dicho así, parece un plato viejuno, pero hubo una época (hace ya muchos años…ufff…) en que era la ensalada reina de los menús de las familias españolas. Solo preparábamos esta ensalada y en días más importantes, nos estirábamos con la “ensaladilla rusa”.

Y he querido publicarla, porque tengo una imagen de los veranos en Pedernales, que siempre me viene a la cabeza, cuando oigo lo de “ensalada mixta”: el comedor de la casa donde veraneábamos, una mesa enorme con los 11 que éramos de familia y una fuente de ensalada, que mi madre repartía, enorme y que llegaba para todos.

Esa fuente de la que hablo es la de esta foto. Los que sean de mi época, se acordarán de cuando empezaron a comercializarse las fuentes de acero inoxidable, ¿no? Hasta entonces, las fuentes de servir eran de loza o porcelana, de cristal, de metal o de plata. La introducción del acero inoxidable en los utensilios de cocina fue una revolución.

Esto ocurrió en los años 60, pero a España, como tantas otras cosas, llegó con retraso. Mi madre, compró las primeras fuentes de acero inoxidable en Francia y eso supuso tener fuentes irrompibles, que se lavaban muy fácilmente y que siempre estaban brillantes. ¡No cambiaba nada la cosa!

En esa época las industrias de cubertería y menaje de Gernika, empezaron también a fabricarlas, pero para entonces, en mi casa, ya las usábamos. Para mi madre, todo lo que supusiera menos trabajo, era producto de primera necesidad. Las bandejas de acero inoxidable lo eran. La industria de Gernika sigue hoy en día siendo puntera y ha reunido bajo un solo nombre a todas las empresas que desarrollaron estos productos: Cruz de Malta, Dalia, Magefesa y Meneses.

Bueno, pues aquellas primeras bandejas de acero inoxidable que compró mi madre, las sigo conservando. Varias alargadas de diferentes tamaños y varias redondas. Es verdad que no las uso, están pasadas de moda, pero me da pena deshacerme de ellas porque están impecables y para mí, son el símbolo de una época, cuando España empezó a incorporarse al progreso.

Así que yo sigo preparando muchas ensaladas mixtas, a las que hemos incorporado otros ingredientes: maíz, aguacate, zanahoria rallada, remolacha, frutas, … que quizás aliñamos con más gracia y que presentamos de otra manera, pero básicamente, la ensalada sigue siendo la misma.

Por cierto, mi madre, si se acordaba, también le ponía aceitunas, pero eso no ocurría siempre… ¡!nos matábamos por ellas!!

Ingredientes :

1 Lechuga

2 Tomates

1 lata de Espárragos de Navarra

200 grs de Bonito del Norte en Aceite de Oliva

1 Cebolla Roja

2 Patatas

2 Huevos

Sal

Vinagre de Jerez

Aceite de Oliva Virgen Extra

Preparación :

Lavamos bien la lechuga y escurrimos y secamos bien las hojas. Una vez que estén secas, las troceamos. Lavamos los tomates y los cortamos en rodajas finas. Si los tomates son grandes, cortamos las rodajas por la mitad.

Abrimos la lata de espárragos y le quitamos el agua. Ponemos los espárragos a escurrir sobre papel absorbente. Escurrimos el bonito. Pelamos la cebolla y la cortamos en juliana muy fina.

Ponemos a cocer las patatas y los huevos en abundante agua con sal. Las patatas deberán cocer, al menos, 20 minutos, dependiendo del tamaño. Los huevos tendrán suficiente con 12 minutos. Cuando estén listos, los escurrimos, los dejamos enfriar y los pelamos. Las patatas las cortamos en rodajas y cada huevo en cuatro trozos, a lo largo.

Una vez que tenemos todos los ingredientes preparados, los vamos disponiendo en una fuente de servir, en el orden que más nos guste. Echamos sal por encima de todos los ingredientes, también un poco de vinagre y rociamos toda la ensalada con aceite de oliva virgen extra.