No siempre comer bien, es complicarse en la cocina. A veces, recetas muy sencillas y de pocos ingredientes, pueden triunfar por todo lo alto. Y no siempre hay que gastar mucho dinero para un plato de celebración. A veces, con unos ingredientes de andar por casa, se puede conseguir un plato de altura.
Eso es lo que le pasa a esta receta, es un plato sencillo de pechugas de pollo, a las que el toque de pain d’épices, las hace diferentes y festivas. El pain d’épices es una preparación típica de la navidad en toda Europa, muy fácil de preparar y que da mucho juego. ¡!Sirve para cantidad de recetas!! Su peculiaridad es que lleva un toque de especias, que aportan el típico sabor de Navidad: canela, jengibre, clavo, …. Hoy en día también se puede encontrar este pan en muchos supermercados, ya listo. En cualquier caso, se puede preparar con unos días de antelación, porque aguanta muy bien el paso del tiempo.
La receta es de la página “L’atelier de chefs” y si os interesa, podéis ver en ella un video con el paso a paso de la receta. El resultado es un pollo super tierno, sabroso y sin grandes complicaciones. Es un pollo que puede gustar a todo el mundo, pero a la vez, tiene el punto de sofisticación que necesita una receta festiva.
Y si no queréis usar las pechugas con piel, podéis freír el pain d’épices en el aceite donde se van a cocinar las pechugas y lo colocamos después, a la hora de servirlo, debajo de cada pechuga. Es otra opción, la cuestión es hacer una gran receta, sin demasiado esfuerzo y sin demasiado derroche. Y con ello, ¡!celebrar una gran Navidad!!
Ingredientes :
4 Pechugas de Pollo con piel
2 rebanadas de Pain d’épices
600 gr. de Patatitas nuevas
8 Chalotas
100 ml de Vino Blanco
1 cabeza de Ajo
50 gr. de Mantequilla
Sal
Pimienta Negra
Tomillo fresco
Aceite de Oliva Virgen Extra
Preparación :
Tendremos preparado con antelación un Pain d’épices, hecho en un molde de cake. Podemos utilizar esta receta y hacerlo en un molde alargado, para conseguir un pan de molde pequeño, pero tendremos que duplicar las cantidades. Podéis ver otra receta de Pain d’épices hecho así, en este enlace.
Empezamos preparando todos los ingredientes. Limpiamos bien las pechugas de pollo y estiramos bien la piel para que cubra toda la superficie de la pechuga. Cortamos dos rebanadas muy finas de pain d’épices y partimos cada una por la mitad. Lavamos bien las patatas y las cortamos por la mitad, sin pelar. Pelamos las chalotas y soltamos los dientes de ajo, pero los dejamos sin pelar.
Ponemos las patatas partidas en una cazuela y las cubrimos de agua. Le echamos un poco de sal y las ponemos a hervir a fuego medio durante 15 minutos. Pasado este tiempo las escurrimos y reservamos.
Preparamos las pechugas separando con cuidado la piel para poder introducir las rebanadas de pan debajo de la misma. Volvemos a colocar la piel bien estirada, quedando el pan cubierto. Salpimentamos las pechugas a nuestro gusto.
Cubrimos el fondo de una cazuela con aceite y le añadimos un trozo de mantequilla. Colocamos las pechugas con la piel bocabajo, tapamos la cazuela y dejamos que se cocinen durante 15 minutos a fuego medio.
Pasado ese tiempo, la piel de las pechugas estará bien dorada y les daremos la vuelta. Vertemos el vino blanco por encima, volvemos a tapar la cazuela y dejamos que se cocinen otros 15 minutos.
Mientras tanto, ponemos un trozo de mantequilla en una sartén y dejamos que se derrita a fuego medio. Añadimos las chalotas y los dientes de ajo y tapamos la sartén, dejando que se cocinen durante 10/15 minutos. Pasado ese tiempo incorporamos las patatas que teníamos cocidas, rectificamos de sal y pimienta y espolvoreamos por encima unas ramitas de tomillo fresco. Dejamos que se cocine todo junto otros 10 minutos.
Cuando el pollo esté listo, sacamos las pechugas de la cazuela y trituramos la salsa con la batidora. Si queremos obtener una salsa más espesa podemos hacer una velouté con la misma, en la misma cazuela. Quitamos la salsa y derretimos un poco de mantequilla en el fondo de la cazuela. Añadimos una cucharada de harina y removemos bien con unas varillas. Vertemos la salsa poco a poco, removiendo sin parar y dejamos que hierva suavemente unos 15 minutos, hasta que la salsa haya ligado bien y la harina se haya cocinado. También podemos espesar la salsa añadiéndole un poco de nata cuando la hayamos triturado.
En cualquiera de los casos, también podemos añadirle un poco de brandy para aromatizarla y dejamos que hierva bien para que evapore el alcohol. Y siempre, después de terminar la salsa, la pasamos por un colador para que quede fina y sin grumitos.
Servimos las pechugas de pollo con su salsa y con la guarnición de patatas, chalotas y ajo.
1 comentarios
Madre mía... espectacular! Me alucina el uso del pain d'epices en este pollo tan aromático!
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