Ingredientes :
4 Pechugas de Pollo
200 gr de Bacon loncheado
150 ml de Vino Blanco
Sal
Pimienta Negra
Perejil o Cebollino
Aceite de Oliva Virgen Extra
200 ml de Nata líquida
50 gr de Queso (Gorgonzola, Roquefort o el que más os guste)
1 cucharadita de Maizena
Patatas
Preparación :
Precalentamos el horno a 200ºC. Limpiamos bien las pechugas y las cortamos en tiras, de unos 2 centímetros de ancho. Las salpimentamos y enrollamos una loncha de bacon sobre cada tira de pollo y la sujetamos con un palillo.
Ponemos al fuego una sartén con el fondo cubierto de aceite y freímos los palitos, lo justo para dorarlos por fuera. Los vamos colocando en una fuente de horno.
Cuando estén todos listos, vertemos el vino blanco por encima y horneamos los palitos de pollo unos 10/15 minutos, hasta que estén bien hechos por dentro.
Mientras tanto, preparamos la salsa para acompañarlos. Ponemos la nata y el queso a calentar en un cazo, a fuego suave. Removemos bien con una espátula, para que no se pegue al fondo. Cuando el queso se haya disuelto, añadimos una cucharadita de Maizena disuelta en agua fría, removemos bien y dejamos que hierva suavemente unos minutos, para que la salsa espese.
Servimos los palitos de pollo, quitándoles el palillo, acompañados de la salsa de queso y de unas buenas patatas fritas. Espolvoreamos todo con un poco de perejil o cebollino picado.
A veces, la receta más tonta es la que más triunfa. No os podéis imaginar !!cómo gustó esta receta en mi casa!!!! Éxito total. La verdad es que es una receta sencilla, pero muy sabrosa, con ingredientes básicos.
Encontré la receta por Internet, en una
página de recetas, y por lo fácil que era y sabiendo que en mi casa el pollo es un día si y otro también, la preparé sin pensármelo dos veces. Nos encantó!!