Ingredientes:
1 Masa Quebrada
250 grs de Rillons
200 grs de Rilletes
de Tours
3 Huevos
100 ml de Nata
Perejil
Masa Quebrada:
300 grs de Harina
¼ cucharadita de Sal
150 grs de Mantequilla
1 Huevo
1 cucharadita de Zumo de Limón
2 cucharadas de Agua fría
Rillons:
500 grs de Panceta
200 ml de Vouvrais (vino espumoso semi seco)
200 grs de grasa de pato u Oca
1 hoja de Laurel
Tomillo
Sal
Pimienta Negra
1 cucharada de Caramelo líquido
Lo primero que tenemos que preparar son los “rillons”. Los rillons son la versión francesa de nuestros torreznos. Son trozos
de panceta o carne de cerdo, fritos, refritos, hasta que estén bien tiernos y
crujientes. La diferencia es que los aderezan y primero los cuecen en vino
blanco, en el caso de Tours en “Vouvray” vino de la población del mismo
nombre, muy cercana a Tours y que en este caso, yo he usado en su variedad
espumosa.
Para prepararlos, cortamos la panceta en trozos
pequeños. En esta ocasión necesitamos los trozos pequeños para utilizarlos en
la quiche, pero también se pueden preparar en trozos más grandes.
Mezclamos los trozos de panceta con la sal, el
tomillo y el laurel troceado. Molemos pimienta negra por encima y mezclamos
todo bien, para que toda la carne se impregne de las hierbas y especias.
Ponemos toda la mezcla en un bol y lo cubrimos con film transparente. Lo
guardamos en el frigorífico toda la noche.
Al día siguiente ponemos dos cucharadas de
grasa de oca en una cazuela o sartén y cuando se caliente, añadimos los trozos
de panceta aliñados. Removemos bien y dejamos que se frían durante 5 minutos,
hasta que empiecen a sellarse y tomar un poco de color. Añadimos el vino, el
resto de la grasa de oca y un poco de sal. Removemos, esperamos a que hierva y
entonces bajamos el fuego y lo tapamos, para dejarlo hirviendo suavemente
durante hora y media. De vez en cuando removemos el guiso, para ver cómo va la
cocción.
Pasado ese tiempo destapamos la cazuela y añadimos
el caramelo líquido para dar color. Dejamos que siga hirviendo destapado otra
hora, sin perderlo de vista, porque evaporará todo el líquido y se freirá en la
grasa que quede, hasta que estén bien crujientes. A mí se me han tostado un
poco de más….
Los sacamos a un colador para que escurran la
grasa y esperamos a que enfríen. Los guardamos en un bote hermético hasta que
los consumamos. Pueden aguantar hasta una semana en el frigorífico.
He usado la receta del blog "Cuisine Campagne", para mi toda una referencia de la cocina francesa.
He usado la receta del blog "Cuisine Campagne", para mi toda una referencia de la cocina francesa.
El día que vayamos a hacer la quiche, lo
primero que preparamos es la masa de la base. Para ello cortamos la mantequilla
en trocitos y la reservamos en el frigorífico para que esté bien fría. Ponemos
en el recipiente de la amasadora la harina con la sal. Empezamos a mezclarla
con la pala y añadimos la mantequilla poco a poco, para que se vaya mezclando,
sin que se derrita y forme una especie de arena, con un granulado homogéneo.
Entonces y sin dejar de remover, añadimos el
huevo, el zumo de limón y el agua fría. Mezclamos un poco más, lo justo para
que la mezcla forme una masa y ya con las manos, la sacamos del recipiente y
formamos una bola. La cubrimos con film transparente y la dejamos reposar en el
frigorífico 30 minutos.
Aprovechamos ese tiempo para preparar el
relleno de la quiche. En este caso vamos a utilizar unos Rilletes de cerdo de Tours, que los he comprado preparados, pero si
no, los podéis preparar basándoos en esta receta “Rilletes de pato” que publiqué el año pasado o con esta receta de “Rilletes de Cerdo” del blog “Entra en mi
cocina”.
Mezclamos en un bol los rillons con los rilletes
hasta conseguir que se integren unos en otros. Batimos los huevos, los
mezclamos con la nata y vertemos esta mezcla sobre la mezcla anterior.
Removemos todo bien para conseguir un relleno uniforme. Picamos bien el perejil
y lo añadimos.
Precalentamos el horno a 200ºC. Sacamos la bola
de masa quebrada del frigorífico y la extendemos entre dos láminas de papel de
horno, con ayuda de un rodillo. Engrasamos un molde redondo, de fondo
desmoldable y lo cubrimos con la lámina de masa. La ajustamos bien y recortamos
el borde que sobre, presionando con el rodillo.
Vertemos la mezcla del relleno sobre la masa y
metemos el molde al horno. Horneamos la quiche durante 35/40 minutos, hasta que
esté bien dorada. La sacamos del horno, la dejamos enfriar 10 minutos antes de
desmoldarla y la comemos, preferiblemente, caliente o templada, acompañada de
una ensalada.
¿Qué os ha parecido la receta de hoy? Aunque a
primera vista parezca complicada, no lo es tanto, solo hace falta un poco de
organización y os aseguro que merece la pena, es impresionante!!!!!!
Una quiche muy diferente a la que estamos
acostumbrados, sabrosísima y eso sí, una bomba de calorías!!!! Pero de vez en
cuando darse un capricho tampoco es malo y más, cuando acabas de llegar de
Tours y tienes los ingredientes y la receta para hacer esta delicia aparece en
uno de los libros que has comprado allí: “VoyageCulinaire en Touraine”.
Hace 10 días, gracias a Ana María de “Cocinando entre olivos”, tuve la suerte de que me invitaran a un viaje gastronómico a
Tours en el Valle del Loira, en Francia. Estuvimos cuatro días de viaje, cuatro
días realmente intensos y donde disfrutamos una barbaridad!!!!
El viaje lo organizó la asociación Tours – Cité Internationale de la Gastronomie en Val de Loire, para promocionar la gastronomía y el arte de
vivir francés (l’art de vivre à la
française), objetivo fundamental de su asociación, desde que en 2010, la
UNESCO declaró a la Gastronomía Francesa, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Una de las obligaciones del estado francés
cuando aceptó dicha declaración, fue la de declarar una serie de ciudades de la
gastronomía “cité de la gastronomie”,
que apoyaran y difundieran la gastronomía francesa en todas sus facetas. La
cultura gastronómica francesa no solo incluye la comida en sí misma, con sus
ingredientes y recetas propios, sino que además se complementa con su cultura e
historia del vino y con su estilo de vida, un espíritu de saber hacer y saber
vivir, tan característico de los franceses y que intentan transmitir en todas
las facetas de su vida.
Las ciudades elegidas para este cometido han
sido Paris-Rungis, Dijon, Lyon y Tours. Cada ciudad tiene su cometido en la
divulgación de la gastronomía francesa: la primera se encargará de difundir la
materia prima, desde los mercados, promocionando el producto y su distribución.
La segunda, Dijon, difundirá la cultura de los viñedos y los vinos. La tercera,
Lyon, mostrará la faceta de la nutrición y la salud dentro de la gastronomía y
finalmente, Tours, que se encargará de la faceta que afecta a las humanidades y
las ciencias sociales, divulgará la parte social que encontramos dentro de la gastronomía
francesa, la importancia de las relaciones sociales, delante de una mesa o de
una copa de vino.
Y para que conociéramos esta faceta, la
asociación Tours – Cité de la Gastronomie,
nos ha invitado a conocer su región, su gastronomía y su entorno. Un verdadero
privilegio y todo un lujo!!!!
Ana María y yo nos fuimos a
Tours vía París y allí nos encontramos con Bintu
de Gran Bretaña y Simona de Italia,
blogueras como nosotras y amantes de la buena cocina. Las cuatro íbamos a
compartir cuatro días muy, muy intensos. La organización eligió a Laurent Geneix, periodista, de Tours,
para que nos acompañara en nuestra visita y nos fuera explicando todo lo que
esta experiencia suponía. Una decisión muy acertada, porque Laurent demostró
una paciencia infinita con nosotras y fue un guía perfecto para conocer la
ciudad de Tours y toda la zona y para explicarnos todo el proyecto y las
actividades previstas para desarrollar la idea de Tours – Cité de la Gastronomie.
Cuántos buenos momentos hemos pasado!!!!!
Con él conocimos, nada más llegar, La Guinguette, un espacio público donde
los habitantes de Tours pueden disfrutar en sus ratos de ocio, del marco
incomparable del rio Loira. Puedes disfrutar de las instalaciones de un
chiringuito que hay allí, sin obligación de consumir. Hay actuaciones, música
en vivo, espacio para niños y nosotras nada más llegar, aprovechamos para
empezar a probar los vinos de la zona. Este espacio es un claro ejemplo del “savoir vivre” francés. Naturaleza, bienestar,
relaciones sociales, vino, gastronomía y actualidad.
Al día siguiente hicimos un recorrido por
Tours, por el centro de la ciudad, viendo los monumentos de mayor interés
histórico y artístico y aprovechando cada vez que pasábamos por una tienda de
esas que tanto nos gustan, para comprar todo lo que pudimos…. Vimos el
Ayuntamiento, la Catedral (de estilo gótico-flamígero impresionante), el
Palacio de Justicia, el Museo de Bellas Artes, la Estación central, subimos en
el tranvía super moderno, y recorrimos sus calles, donde todavía podemos
encontrar casas antiquísimas, muy típicas de la arquitectura francesa.
Por la tarde fuimos a visitar el Castillo de
Villandry y sus jardines.
(Fotos extraidas de la página de Facebook de "Diner blanc a Tours")
Por la noche, el Ayuntamiento nos invitó a participar
en la “Noche en blanco”.
Un evento donde se reúnen un grupo de unas 250
personas vestidas de blanco, que llevan cada uno su cena y se citan delante de
la Oficina de Turismo. El sitio donde va a ser la cena no se conoce, hasta que
aparece alguien del Ayuntamiento y nos
conduce hasta el sitio elegido. Este año, la cena tuvo lugar en la rotonda
delante del ayuntamiento.
Llegamos allí y enseguida aparecieron unos
camiones con mesas, sillas, manteles…. hasta candelabros!!!! En un momento todo
estaba montado, cada mesa sacó su comida y bebida y disfrutamos de una cena
espectacular!!!! Nosotros compramos la cena hecha.
Al acabar la cena, el alcalde, el Sr. Serge
Babary, que estaba en una recepción en
el Ayuntamiento, salió a saludar y por todas las mesas pasó la organizadora del
evento saludando y agradeciendo nuestra presencia en el evento. Todo el mundo
fue super amable.
Y para terminar, una pareja se declaró su amor dentro de la fuente…. muy, muy romántico. Con el frío que hacía…..
Y para terminar, una pareja se declaró su amor dentro de la fuente…. muy, muy romántico. Con el frío que hacía…..
Creo que es la cena improvisada con más estilo
a la que he asistido en la vida…
El sábado se celebraba la Feria del Vino "Vitiloire 2015". Una muestra de los vinos de la zona del Valle del Loira, donde
pudimos conocer y degustar diferentes vinos, blancos, rosados y tintos. Chinon,
Vouvray,….. yo creo que en Francia cada pueblo tiene su denominación de origen…
También pudimos disfrutar de las especialidades gastronómicas de la zona.
Y pudimos conocer y compartir un rato con los
Greeters de Tours. ¿Sabéis lo que es el movimiento Greeter? Yo no lo conocía,
pero la verdad es que es muy interesante. Comenzó en Nueva york y se ha
extendido por todo el mundo y son personas de cada ciudad, que se ofrecen para
enseñar de forma gratuita su ciudad. Es una manera diferente de conocer una
ciudad y descubrir aspectos que seguramente de otra forma, son difíciles de
encontrar. Son gente muy abierta, que disfruta de la vida y disfruta
compartiendo. Yo me lo estoy planteando…. si, lo de ser greeter… Una versión
diferente de la hospitalidad.
Antes de recorrer la Feria del Vino, pudimos
pasear por el Mercado de las Flores…. qué bonito!!! Los franceses son unos
apasionados de las flores y las cuidan con mimo. Coincidió que el domingo era
el día de la Madre y el mercado estaba repleto…. qué variedad de flores y qué gusto
para exponerlas!!! La estrella del día: la peonía, qué preciosidad!!
He pensado hacer otras dos entradas para
contaros todo lo que hemos visitado del patrimonio histórico y cultural del
Valle del Loira, de sus impresionantes castillos y por supuesto, contaros todo
lo que hemos comido, los restaurantes que hemos visitado, que ha sido
IMPRESIONANTE y no puede faltar, ya me conocéis, todo lo que hemos comprado….
qué cantidad de tiendas hemos descubierto!!!!
Así que estad pendientes, que quedan dos
entradas más sobre Tours - Cité de la Gastronomie.
9 comentarios
Como te puedes imaginar he acabado de leer tu post con los dientes larguísimos!
ResponderEliminarMe alegro muchísimo que hayáis disfrutado tanto, pero te aviso que a la próxima me voy con vosotras aunque sea de polizón!
Como he disfrutado a medida que avanzaba la crónica¡¡¡¡ Te quedaste corta con la descripcion de la cena de blanco. Que envidia me habéis dado tu y Ana María, pero me consta que los disfrutasteis. Ahora a darle otra vueltita a las fotos y al texto y por supuesto a la receta. Bss para todas.
ResponderEliminarVirginia "Sweet & Sour"
Se nota lo bien que lo pasasteis, la zona tiene que ser preciosa y los diferentes acontecimientos a los que asististeis fenomenales, estoy deseando leer las siguientes entradas.
ResponderEliminarQué belleza de viaje y de experiencia!!! Gracias por compartirlo. Un beso!!
ResponderEliminarMenudo viajazo, que suerte, lo que hubiera dado por ir con vosotras. menuda experiencia Begoña. cuando vayas me voy contigo. Acierto seguro de pasarlo fenomenal y hacer buenas compras.
ResponderEliminarbsss Bego, desde Almeria con mucho amor.
En tres palabras, paisaje, calidad y buen gusto.
ResponderEliminar¡Ah! y curioso lo de los greeter...
Begoñaaaaa, ¡vaya viaje intenso de cuatro días! Me gusta todo muchísimo pero si tengo que elegir me quedo con el mercado al aire libre de Amboise y con tu maravillosa quiche ¡Me chifla! Por cierto, ¿me puedo apuntar con Lola Homar de polizón? Besos desde Cartagena.
ResponderEliminarque chulo todo¡¡¡¡¡¡¡¡ menudo viaje tiene que ser una maravilla todo aquello nosotros este año nos vamos para Francia de vacaciones es precioso todo.
ResponderEliminarMe alegro que pasarías momento maravillosos.
la quidhé se vé divina.
un beso guapa
Una experiencia inolvidable...cuántas cosas hemos aprendido. Ojalá haya muchas más, aunque tengamos que volar. Gracias por todo. Un abrazo.
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