Ingredientes :
100 ml de Nata
250 ml de Leche
3 Yemas
130 grs de Azúcar
200 grs de Queso Idiazabal o Manchego
100 grs de Nueces
100 ml + 100 ml de Agua
200 grs de Azúcar
Aceite de Oliva Virgen Extra
Miel de Ulmo
Preparación :
Preparamos primero el helado. Para ello ponemos
a calentar en un cazo la nata con la leche, sin que llegue a hervir. Por otro
lado, batimos en un bol las yemas con el azúcar, hasta que blanqueen.
Echamos un poco de la mezcla de leche sobre las
yemas, removiendo con unas varillas sin parar para que no cuajen. Vamos
vertiendo poco a poco el resto dela leche, hasta que tengamos las dos
preparaciones totalmente mezcladas. La volvemos a poner en el cazo y removemos,
para que la crema espese poco a poco, a fuego medio.
Cortamos el queso en trozos y los introducimos
en la crema. Removemos para que el queso se derrita y la crema no se pegue al
fondo del cazo, no tiene que hervir fuerte. Si vemos que el queso no se funde
del todo, podemos pasarle la batidora, para que no queden grumos. Pasamos la
crema por un colador, para afinarla del todo.
Esperamos a que la crema se enfríe y la guardamos
en el frigorífico hasta que esté completamente fría. Entonces la ponemos en el
recipiente de la heladora y dejamos que se haga el helado, hasta que tenga la
textura apropiada. Lo guardamos en recipientes cerrados y los metemos en el
congelador hasta que vayamos a usarlo.
Para preparar las nueces caramelizadas, ponemos
a hervir 100 ml de agua y blanqueamos las nueces 10 minutos, para limpiarla
bien. Las escurrimos y las secamos con un paño.
Ahora preparamos un almíbar con los otros 100
ml de agua y el azúcar. Ponemos el agua y el azúcar en un cazo y removemos bien
con unas varillas para que el azúcar se disuelva. En cuanto empiece a hervir
añadimos las nueces y dejamos que hiervan sin parar, a fuego suave, durante 10
minutos. Sacamos las nueces con una espumadera y las dejamos escurrir en un
colador.
Ponemos aceite abundante en una sartén y cuando
esté bien caliente, freímos las nueces, lo justo para que caramelicen. Las
sacamos y las dejamos secar en un colador. Hacemos este proceso de pocas en
pocas, para que no se apelmacen y queden bien crujientes. Cuando estén frías
las guardamos en un recipiente bien cerrado. Así, bien guardadas, aguantan varias
semanas perfectamente.
Servimos el helado acompañado de miel y
decorado con las nueces caramelizadas.
Probé por primera vez el helado de queso
Idiazabal en casa de mi amiga Mari Losada y me pareció algo sublime!!! No tardé
nada en prepararlo en casa y desde entonces he hecho variaciones, cambiando el
tipo de queso. Me quedo con el de Idiazabal, como el que más me gusta, pero el
helado de queso manchego es también insuperable….
Hay muchas recetas de este helado, siendo la
original, según creo, la de Martín Berasategui. Todas son parecidas y
variaciones sobre el mismo tema. El acompañar el queso con miel y nueces es un
clásico y si las nueces son caramelizadas, creo que se llega a la perfección!!
Estas nueces caramelizadas son muy fáciles de
hacer y quedan perfectas. La receta es del blog “Chocoas” y para mi gusto, son
muy ligeras, mucho más que unas nueces garrapiñadas y al igual que el helado,
se preparan con antelación y resultan un postre ideal para cualquier reunión
familiar o con amigos. Ideal para este verano.
3 comentarios
Habrá que probar esas nueces caramelizadas. Por Dios queso y nueces, da igual el origen del queso, es una combinación absolutamente deliciosa, cómo tiene que estar el helado...
ResponderEliminarUno de mis helados preferidos del mundo, cuando tomaba lácteos. Ahora me lo tendré que hacer en casa, libre de lactosa, me viene bien la receta!
ResponderEliminarTambién es mi helado preferido! me vuelve loca , te ha quedado estupendo
ResponderEliminarUn abrazo